Centro de Voluntariado Estudiantes de Veterinaria

En su columna de opinión, Hugo Cabrera, Coordinador del Programa de Voluntariado de la División de Organizaciones Sociales (DOS) destaca la vocación solidaria que también forma parte del repertorio de motivaciones sociales del estudiantado.

Poco a poco, los movimientos estudiantiles vuelven a irrumpir en la esfera pública con demandas y reivindicaciones de lo que creen justo para ellos. Entre las reacciones suscitadas llama la atención aquella que, situándose en la superficie del fenómeno, tilda a los estudiantes de “preocupados sólo de su situación”, de “individualistas” e, incluso, de “insolidarios”.

El mismo día del inicio sus movilizaciones participé en la inauguración del Centro de Voluntariado Veterinario de la Facultad de Ciencias Veterinarias y Pecuarias de la Universidad de Chile. En una cálida ceremonia, que contó con la presencia representantes de toda la comunidad universitaria, se dio el vamos a esta organización creada por estudiantes que tiene por finalidad apoyar y difundir las actividades de voluntariado y servicio.

Participaron decenas de estudiantes movilizados por acciones de solidaridad de las más de 7 agrupaciones sociales de dicha facultad. Se respiraba el interés por servir a quienes no tienen las mismas oportunidades de muchos de los allí presentes.

La existencia de instancias como aquélla refleja el interés de los estudiantes de esa y otras casas de estudio por conocer y hacerse parte de la acción ciudadana voluntaria. Hay ahí la expresión de proactividad, autonomía y sentido social de los estudiantes organizados, lo que demuestra que muchos de ellos observan atentamente la realidad social y sus problemas, sienten un malestar e inconformismo, y asumen un compromiso activo con las soluciones que están a su alcance.

Esto también es ciudadanía y participación. La ciudadanía no es sólo una dualidad de derechos y obligaciones. También implica el cultivo de virtudes cívicas como la solidaridad, la cooperación, la reciprocidad y el respeto por los derechos de otros, la empatía. Ello supone un compromiso ciudadano voluntario, libre, espontáneo que va más allá de los deberes que el “contrato social” exige.

Esta acción estudiantil refleja otras caras de los jóvenes, lejanas a los estigmas o defectos enrostrados por algunos.

De ahí que el Gobierno, conciente del valor social y ciudadano de este tipo de expresiones solidarias, lleve adelante hoy una serie de acciones en pro de su promoción y fortalecimiento. Una de ellas es la Agenda Pro Participación Ciudadana, que considera numerosas iniciativas a favor del voluntariado. Ello en sintonía con un proyecto de ley -actualmente en el Congreso- que, entre otras cosas, legisla por primera vez en la historia de Chile sobre el voluntariado.

La existencia vigorosa de cientos de organizaciones estudiantiles que, sin aspavientos, hacen una labor en pro del bienestar general da señales que los jóvenes están atentos a la realidad del país y se la juegan por cambiarla. Y para bien.


Fuente: Hugo Cabrera, Coordinador del Programa de Voluntariado de la División de Organizaciones Sociales (DOS), Ministerio Secretaria General de Gobierno; http://www.participemos.cl